En el colegio PROA, un gesto solidario se convirtió en un ejemplo de compañerismo y apoyo mutuo. Raúl, estudiante de sexto año, atraviesa una etapa marcada por el esfuerzo y la constancia, valores que inspiran a toda la comunidad educativa.
A pesar de enfrentar dificultades personales, Raúl nunca dejó de priorizar sus estudios. Luego del robo de su bicicleta, continuó asistiendo a sus pasantías en el hospital —caminando cada día— y regresaba al PROA para cumplir con sus clases.
Al conocer su situación, una docente ofreció una bicicleta que necesitaba reparaciones. Entre profesores y estudiantes reunieron los elementos necesarios, y uno de sus compañeros se encargó de ponerla nuevamente en funcionamiento.
Durante sus pasantías, el director del Hospital Dr. Diego Montoya, Mario Moriconi, también tuvo un gesto de acompañamiento al entregarle un teléfono celular, algo que Raúl y la institución destacaron con profunda gratitud.
“Nos llena de orgullo ver cómo nuestros estudiantes y docentes se acompañan mutuamente. La historia de Raúl demuestra que la solidaridad y la empatía son parte esencial de nuestra escuela”, expresó la directora del PROA, Daniela Lerín.
Hoy, Raúl se siente respaldado por toda la comunidad educativa y ya se encuentra inscripto en una carrera de nivel superior, dando un paso importante hacia su futuro.










































































