Marina Bravín dice que la moto le da libertad y aventura.
Por eso agarró su Honda 250 y emprendió en solitario la aventura de viajar a Brasil. Tardó 3 días para llegar.
Visitó distintas playas de la costa atlántica, entre ellas Bombas, Bombinhas, Camboriú y playas del sur de Florianópolis.
Dijo que cuando decidió el viaje tenía muchas dudas pero al final resultó una hermosa experiencia y tiene planeado encarar una nueva aventura hacia el norte del extenso país vecino.
Marina se manifestó sorprendida por la calidez de la gente que abrió sus brazos para proporcionarle lo que necesitara.
Comentó que no manejaba mucho el idioma portugués pero con el solo hecho de mencionar a Messi y Maradona era como esta en el living de su casa. Los brasileños aman al Lio y al Diego, dijo.
La motoviajera ya recorrió casi todo el país a través de la mítica Ruta 40, las Cataratas y cerró diciendo que lo único que le resta por conocer es Formosa.