El montañista Cristian Rivera, oriundo de nuestra ciudad, logró hacer cumbre en el Aconcagua junto a su esposa Luciana Caisutti, luego de un desafiante ascenso de 10 días en el que realizaron entre cinco y seis campamentos de altura para aclimatarse y poder alcanzar la cima.
“No es lo mismo ir al Aconcagua que hacer cumbre. Hay que estar preparados físicamente y aclimatados para poder llegar. La temperatura alcanza los 20 grados bajo cero”, comentó Rivera.
Además, destacó que la preparación física representa solo el 30% del desafío, mientras que el aspecto mental es lo más importante.
Esta es la tercera vez que Cristian alcanza la cumbre del Aconcagua, luego de 13 años de su última expedición. En esta ocasión, compartió la experiencia junto a su esposa, lo que hizo de esta travesía algo aún más especial. “Todo salió muy bien y fue una experiencia increíble”, expresó emocionado.
Al hablar sobre la dificultad del ascenso, Rivera detalló que solo una de cada tres personas logra llegar a la cumbre, incluso en la temporada ideal para hacerlo. Fuera de temporada, el ascenso se vuelve casi imposible debido a la gran acumulación de nieve, que puede llegar hasta la cintura.
Aunque el costo de esta travesía pueda ser elevado, Rivera aseguró que la experiencia es inolvidable. “Al llegar a la cumbre, hay una cruz muy bonita. Es emocionante y gratificante lo que se vive y se siente en ese momento”, concluyó.