El empresario Varillense Eliseo Arrarás ya regresó al país luego de su viaje a EE. UU., donde permaneció mas de la cuenta por la imposibilidad de no poder volver a la Argentina desde que se decretó la cuarentena obligatoria. Al ser contactado por FM Identidad respondió con este extenso y conmovedor mensaje:
Ya estoy en Las Varillas pero me voy a abstener de hacer declaraciones. Fue muy duro lo que viví, es como si tus hijos te nieguen el ingreso a tu casa, la que construiste con un enorme sacrificio.
El desinterés, él destrato, la desidia, la impotencia fueron enormes. La falta de control sanitario en Ezeiza y seguimiento de la cuarentena potenció nuestros temores de contagiarnos acá.
Nosotros estuvimos aislados a 600 km de Miami, en una pequeña localidad, sin casos y regresamos a la Argentina, que por falta de testeo desconocemos la magnitud de la infección.
El Gobierno de Cordoba, a través de su Vice, se preocupó por todos los cordobeses prohibidos de ingresar, nos pusieron un interlocutor, muy atento que se comunicaba permanentemente, pero manda Cancilleria y quien nos trajo fue LATAM.
Yo viajo a Miami y España intentando vender a los Argentinos residentes los Miralejos de Carlos Paz, para que traigan dólares, trabajo, gasten, no abandonen ni olviden. Creo que es un buen nicho.
Pero viajar, para mucha gente, es mal visto, no importa que te lo merezcas y sea para traer dólares.
Genera rencor y distanciamiento. Entiendo y respeto su forma de pensar, incluso a los que creen que nos merecíamos que nos impidan regresar y que no se nos respete el más elemental de los derechos y obligaciones: volver a nuestra casa por medios propios y cumplir estrictamente la cuarentena.
Respeto sus comentarios y como no quiero ser ofensivo ni molestar a nadie, me abstengo de todo comentario, porque creo que hay que unir, más en un momento tan difícil, más aún para los que menos tienen.
Si aprovechar para agradecer infinitamente a Hector Crena, oriundo de Las Varillas, ex Presidente del Consejo Deliberante y su Sra, Chris Makena, dos prestigiosos profesionales de la salud, por habernos hospedado 60 días en su hermosa casa, con un parque enorme. Ellos nos abrieron las puertas y el corazón que nuestro país nos cerró.
Compensaron la desdicha, fue un pedacito de patria en USA donde había asado, mate y afecto.
Ing. Eliseo Arraras