No siempre la tecnología es sinónimo de innovación, en ocasiones se toma un objeto que lleva existiendo desde hace tiempo y se hace su variante “smart” metiéndole tecnología simplemente cuando no la necesita.
A continuación, daremos un recorrido por cosas que, por alguna extraña razón, se les ha añadido tecnología, las cuales quieren presentarse como una buena muestra de innovación, pero muchas veces terminan en ideas absurdas, poco prácticas y que al final nadie usa.
El colchón a prueba infidelidades
Alguien tuvo la grandiosa idea de crear un colchón lleno de sensores, donde sus creadores aseguran que a través de un algoritmo, es capaz de determinar cuando hay una actividad sexual sobre él, se conecta a un smartphone por medio de una aplicación y desde ahí nos envía notificaciones, además de que podremos ver el movimiento, la intensidad y el historial de uso.
El tenedor “inteligente” que nos “ayudará” a bajar de peso
Un tenedor que vibra cuando estamos comiendo demasiado rápido. Además, cuenta con Bluetooth para conectarlo a nuestro smartphone y por medio una aplicación llevemos un registro de nuestras comidas, calorías y tiempo invertido en cada alimento.
Esta maravilla se llamaba HapiFork y tenía un precio de 79 dólares, precio rebajado de los 99 dólares que originalmente costaba. Ya no está disponible.
Las sartenes también quieren ser inteligentes
La moda por meter conexiones llegó a las sartenes, ya que existen varias apuestas que ofrecen desde conexión WiFi, Bluetooth, así como sensores que miden la temperatura, el peso y la humedad, lo que permite tener un estricto control de lo que estamos cocinando, ya que toda la información se envía a nuestro smartphone, donde además recibiremos alertas y consejos para ser todos unos ‘smart chefs’.
El reloj despertador “olfativo”
Imaginen que cada mañana en vez de despertar con un timbre caótico podríamos hacerlo con el aroma del café recién hecho, suena interesante ¿verdad? Pues esa es la idea detrás de Sensorwake, un despertador que utiliza una especie de cartuchos equipados con esencias que van desde césped, mar, café, pan tostado, menta, chocolate o un croissant.
Cada mañana, el reloj empieza a emitir la esencia de forma gradual por dos minutos. Cada cartucho tiene una duración de 30 “despertadas” y según sus creadores, los cartuchos son reciclables, pero no mencionan cómo. Este reloj despertador tiene un precio de 99 dólares, y por supuesto los cartuchos se venden por separado en paquete de dos por 11 dólares
Una prueba de embarazo con Bluetooth