En un estadio colmado, como en aquellos de los ascensos a este Torneo Federal, Almafuerte le regaló al público de la ciudad y región un triunfo soñado ante Chamical Básquet por 80 a 68.
Un buen equipo visitante que llegó con dos días de anticipación, con su primer lugar de la Noroeste y sus pergaminos a cuestas. Pero que no pudo con un equipo varillense intenso, concentrado en ambos tableros y que, motivado por el permanente aliento de su público, se impuso en los pequeños detalles para hacer la diferencia que a la postre le significó una victoria histórica e inolvidable.
Con un Iván Álvarez intratable que fue el ariete fundamental de todo un equipo en alto nivel. Un nivel que, el fin de semana en La Rioja y ante una tremenda localía como dicen, deberá sostener para dar el batacazo del pase a una instancia impensada semanas atrás.
Triunfo histórico por donde se lo mire de Almafuerte que jerarquiza al deporte de la ciudad y región y que obliga, en cualquier deporte y nivel, seguir sosteniendo semejantes resultados.