En medio de las repercusiones que generó el aumento del 31 al 33% a las retenciones de la harina y aceite de soja, más la creación de un Fondo de Estabilización del Trigo, desde el Gobierno salieron a defender las medidas, la cuales argumentan que tienen como fin neutralizar “el costo de la tonelada” de dichos productos.
El primero en expresarse fue el propio ministro de Agricultura, Julián Domínguez, quien afirmó este sábado que la decisión del Ejecutivo “no afectará a los productores” y explicó que “once empresas exportadoras” de harina y aceite de soja estarán alcanzadas por la medida.
“La medida establece la suspensión temporaria del diferencial de dos por ciento de los derechos de exportación de harina y aceite de soja del decreto 790/20. La suspensión de estos derechos de exportación harán que vuelvan al 33%, porcentaje que ya las empresas le descuentan al productor”, señaló el funcionario.
“A los productores no se los afectará con esta medida, ya que tributan el mencionado porcentaje”. Y detalló: “Esta medida alcanza a once empresas exportadoras de su producto de la soja, de las cuales ocho representan el 95% del total de las exportaciones“.
“Tratar de cuidar a los consumidores y que la medida no perjudique a los productores argentinos”. Y siguió: “Por eso el Presidente ha decidido la creación del Fondo Estabilizador Temporal del Trigo Argentino, cuya instrumentación y administración quedará a cargo exclusivamente de la Secretaría de Comercio Interior, que constituirá un fondo fiduciario al respecto y dará en los próximos días las indicaciones”.
LOS DECRETOS
Los decretos firmados esta madrugada sostienen que a partir de ahora y hasta el próximo 31 de diciembre, se incrementó la alícuota del derecho de exportación que pagan determinados alimentos, entre los cuales están la harina y el aceite de soja, que pasarán de abonar el 31% al 33 por ciento. En los escritos, las autoridades nacionales sostuvieron que “la invasión de la Federación de Rusia a Ucrania ha afectado en forma significativa el abastecimiento global de productos agrícolas”.
“Ambas naciones aportan a la seguridad alimentaria total mundial el 28% del comercio internacional de trigo, el 19% del de maíz y el 78% del de aceite de girasol, afectando, particularmente, a dichos mercados, impactando sus precios internacionales y alcanzado alzas históricas”.
“Siendo la República Argentina un relevante proveedor global de estos productos, se hace necesario alentar a los productores” locales “para que continúen creciendo” en la venta al exterior de estos cereales y esta oleaginosa “que el mundo demanda”, agregaron.
Mediante el Decreto 132/2022 se creó el denominado “Fondo Estabilizador del Trigo Argentino“, un fideicomiso de administración y financiero que tendrá el objetivo de “estabilizar el costo de la tonelada” de este cereal “que compran los molinos” a nivel nacional. El mismo se financiará con el dinero adicional que ingresará por el aumento de las retenciones a la harina y aceite de soja. Con la suba del 31 al 33% se va a subsidiar el precio de la bolsa de harina de 25 kilos que se comercializa a las panaderías.
Con este programa se busca “garantizar un patrimonio de afectación específica que contribuya a mitigar el alza del precio de la tonelada de trigo que requiere la cadena de molienda argentina, considerando los valores, anteriores al conflicto (en Ucrania), de las mercaderías involucradas”.