El “Gladiaadoorr, Gladiaadoorr” que atronaba ya casi llegada la noche en el parque Sarmiento de la Capital Federal fue todo un símbolo de lo que había ocurrido segundos antes en un choque deportivo tremendo. Ese choque que comenzó a las 11 de la mañana y culminó a las 19.35 de un día horrible en lo climático pero tremendo en lo emocional. Con “Charly” Berlocq, el Gladiador, en su salsa para ganarle a un sólido Lorenzi por toda la chapa copera del chascomusense así le falte tenis de nivel.
Un partido increíble que se frenó e inicio en tres oportunidades y en donde la solidez mental del argentino fue lo que realmente le dio este punto épico. Un Berlocq de otro planeta que no estaba convocado ni por asomo por su veteranía y por un tenis que no pudo recuperar desde aquel brillante 2014. Pero que lo desempolvó en estos días de la serie ante los “tanos” para ser el jugador fundamental de este increíble dos a dos al que aún le falta el capítulo final del día lunes. Un día lunes de altas expectativas que comienzan con no saber quiénes jugarán para cada seleccionado.
Se habla de Pella o Mayer por el lado albiceleste y de Seppi o Fognini en el rival para meterle más misterio y dramatismo, por si le faltase, a un choque en donde fuimos y aún somos punto por las ausencias de Delbonis y Del Potro.
Un choque que nos retrotrae a aquel ante Brasil en Tecnópolis del 2015, otra vez con una dramática definición en un lunes laborable de verano. Para que la gente siga vibrando al compás del campeón mundial a pesar de tantas pálídas. Que se compensaron por lejos con ese tinte de heroísmo de un sábado y domingo difícil de olvidar por mucho tiempo.
Se sabe, en los números aún no se ganó nada y el repechaje para Setiembre es todavía una palpable realidad. Pero tanto la expectativa final para este lunes como esta otra histórica victoria del hombre de Chascomús hacen que el milagro aún siga firme y en pie.