El 9 de diciembre de 2024 se cumplieron 50 años del secuestro de Fernando Bonansea. Miembro de una de reconocida familia varillense, fue abordado por varias personas que se movilizaban en un auto mientras practicaba deportes en la Ciudad Universitaria de Córdoba capital y estuvo cautivo por casi 50 días hasta su liberación.
Uno de sus hermanos, Alberto, contó por primera vez de forma pública lo que pasó puertas adentro de su casa, las gestiones privadas, la actuación de la policía de la provincia y la Federal, los temores de la familia y el momento en que lo largaron en un barrio de Córdoba.
En diálogo con FM Identidad, recordó que ese secuestro se dio en 1974, época donde este tipo de acciones criminales era bastante común. Sin embargo, aunque Fernando fue el elegido, la familia luego supo que todos estaban bajo seguimiento de la banda que ejecutó el acto.
“A partir de ese momento empiezan las comunicaciones entre mi padre y los delincuentes. Mi papá estuvo pegado al teléfono 50 días”, recordó Alberto Bonansea.
El hermano de la víctima también aseguró que fue Héctor Palmero quien se encargó de retirar el pedido de los secuestradores, hecho que ocurrió en un bowling de la ciudad de Córdoba.
“El pedido que hacían era exorbitante. Pedían mil millones de pesos de esa época”, narró, y aclaró que su familia no tenía esa cantidad, aunque después explicó que lo entregado previo a la liberación fue una cifra mucho menor.
Además, admitió que en medio de la desesperación entre una llamada de los secuestradores y la otra podían pasar varios días, por lo que hasta acudieron a una vidente. “Teníamos una persona cercana que era parapsicóloga, que aportó dos o tres datos que luego se confirmaron. Veía un Dodge 1500 –que luego fue el auto desde el cual lo liberaron-, y veía algo de Alta Gracia, ciudad cercana a la Bolsa, donde efectivamente estuvo cautivo varios días.
Sin embargo, afirmó que su papá no perdió la calma nunca. Y precisó que si bien la banda era de gente de Córdoba y hubo un cómplice que vivía en Las Varillas, que terminó falleciendo poco tiempo después de la resolución del caso.
Alberto Bonansea indicó que finalmente el monto del dinero pagado fue de unos 46 millones de pesos de aquel entonces. Luego de pasar por tres postas, fue el Dr. Pablo Hernández el encargado de llevar el dinero. En el último lugar, y con mucho miedo por lo que podía ocurrir, fue abordado por dos personas que –tras tomar el bolso con plata- le anunciaron que en unas horas Fernando iba a ser largado.
Otro hecho importante fue el juicio posterior contra los integrantes de la banda delictiva que fueron detenidos. “En el juicio los acusados estaban sentados atrás nuestro”, dijo, y recordó que a dos de ellos les dieron 25 años de prisión, mientras que otros salieron 15 años después. Sin embargo, el dinero nunca apareció, subrayó.
El tema casi no volvió a charlarse dentro de la familia, quizás como una forma de convencerse de que no había ocurrido. Sin embargo, ya muertos el propio Fernando y sus padres, ahora Alberto se animó a dar estos detalles de un hecho que conmocionó a la ciudad hace 5 décadas.-