En junio de este año, el vicegobernador Manuel Calvo inauguró en B° Central Argentino el Polideportivo Social. Una obra esperada que le dio vida al lugar y la posibilidad de practicar deportes a quienes no pueden asistir a los clubes de la ciudad.
Pasaron tres meses de ese acontecimiento y hoy, si uno pasa por el lugar no puede dejar de sentir más que bronca e impotencia.
Soportes de los tableros de básquet y redes arrancadas, estructuras desoldadas, hamacas arruinadas y hasta una de las cámaras de seguridad removida del poste que la sostenía.
Vecinos denunciaron destrozos y no les llevaron el apunte o no los escucharon.
Muchos nos preguntamos: cuánto resentimiento y frustraciones deben tener esas personas, si se las puede llamar así que rompen, roban o perjudican a sus semejantes?