“Cuesta encontrar padres que quieran acompañarnos, se suman las inclemencias del tiempo”.
Lo manifestó Laura Sosa del Grupo de Padres Voluntarios para Controles de Alcoholemia quien agregó que siguen en las verificaciones el tema de evadidos que no miden la consecuencia y se van en contramano.
La voluntaria reflexionó “No podemos cambiar conducta y agregó que en el último control hace dos fines de semana “vimos que la graduación del alcohol era 1.5 y mujeres con mucho alcohol”
“25 años en la calle y no podemos modificar conductas” siguió y se preguntó “qué estamos mal”.
Laura Sosa reiteró que no son recaudadores sino preventores.