Se conmemoran hoy 132 años de la llamada Revolución del Parque, considerada un hito en la historia del radicalismo
El Secretario de Salud, Jorge Cravero, en su calidad de afiliado al partido centenario, envió a nuestro medio un documento que recuerda ese hecho
“Fue una insurrección cívico-militar producida en la Argentina el 26 de julio de 1890 dirigida por la recién formada Unión Cívica, liderada por Leandro Alem, Bartolomé Mitre, Aristóbulo del Valle, Bernardo de Irigoyen y Francisco Barroetaveña, entre otros”
“En 1890, los antagonismos con los elencos gobernantes convergen en una coalición opositora que se pone en acto en la Revolución del Parque haciendo visibles los síntomas de la crisis de un modo de hacer política. La corrupción administrativa, el festival de gastos, la venalidad de los funcionarios, las prebendas y los negociados en torno a la adjudicación y el manejo de las concesiones estatales y la obras públicas, así como el materialismo desmedido eran reiteradamente denunciadas. Los cuestionamientos son múltiples pero tienen un denominador común: la práctica del gobierno no coincide con la norma impuesta por los constitucionalistas en 1853. Los principios republicanos, representativo y federal son transgredidos por gobiernos electores que perpetúan círculos gobernantes, por la parodia del voto y la adjudicación de cargos públicos como premio por servicios electorales; por el Poder Ejecutivo que absorbe al Parlamento; por el centralismo que convierte a las provincias, en meras dependencias administrativas y anula la vida comunal”.
“La Revolución se hace en nombre del retorno al gobierno de la ley, por contraposición al gobierno de los hombres. En este año se reúnen fuerzas políticas heterogéneas, “católicos y masones, militares y clérigos, autonomistas y nacionalistas que alguien la define como asociación de voluntades, ni partido ni coalición de partidos y otro planteará la necesidad de constituir partidos políticos orgánicos”.
“En abril de 1890 tuvo lugar un multitudinario mitin en la cancha de El Frontón con la participación de los prohombres opositores y la juventud organizada. En ese lugar hace uso de la palabra un viejo caudillo autonomista porteño que en parte de su discurso expresó: “La vida política de un pueblo marca la condición en que se encuentra, marca su nivel moral, marca el temple y la energía de su carácter. El pueblo donde no hay vida política es un pueblo corrompido y en decadencia, o es víctima de una brutal opresión. La vida política forma esas grandes agrupaciones, que llámeseles como esta, populares, o llámeseles partidos políticos, son las que desenvuelven la personalidad del ciudadano, le dan conciencia de su derecho y el sentimiento de la solidaridad de los destinos comunes”.
“La necesidad de superar la crisis económica y de regenerar el sistema político surgen en ese momento como aglutinantes, pero el modo de dar respuesta a tales cuestiones opera como elemento de tensión que después del fracaso de la Revolución del Parque, divide a los cívicos”.
“Fue después de la derrota, cuando la revolución ganó popularidad en la ciudad, que celebraba a sus líderes y sus principios, abriendo un nuevo horizonte político. Frente al vacío que parecía abrirse en 1890 en diferentes planos de la vida colectiva, nadie podía confiar en las certezas que con tanto optimismo había guiado a la Argentina en la última década. Se abría así una nueva etapa en la historia del país”
Jorge Luis Cravero DNI 14.788.572