La Comisión Municipal de la Memoria invitó a realizar una reflexión sobre la situación en la que viven ciudadanos que sufren explotación y vulneración de sus derechos elementales.
Lo expresó mediante un documento a propósito del caso ocurrido en la zona rural de El Arañado y por el que una jueza federal imputó a ciudadanos varillenses
Expresa la Comisión no se trata de una situación aislada sobre todo en la zona rural donde es frecuente el estado de irregularidad y trabajo informal
Convoca finalmente a no callar estas situaciones en nombre de quienes no pueden defenderse
El texto completo
A partir de un hecho sucedido en un establecimiento rural de nuestra zona, ampliamente difundido en medios locales y regionales, la Comisión Municipal de la Memoria se dirige a la comunidad de Las Varillas con el propósito de invitar a la reflexión sobre la gravedad de esta situación que no es la primera ocurrida en los últimos tiempos en nuestro medio.
No nos referimos a una situación aislada, sino a una que tiene como antecedente otro hecho similar ocurrido un mes atrás, ambos denunciados ante la Justicia Federal por explotación laboral e indignas condiciones de vida. Se trata de la vulneración de los derechos más elementales que hacen a la condición humana: a una vivienda en condiciones de higiene y seguridad, al agua potable, a un ambiente laboral seguro y saludable, ingreso y subsistencia dignas, a la educación, a la protección de la niñez, a la salud, a la asistencia social.
Estos derechos fueron consagrados en distintos pactos y convenciones internacionales a los cuales adhiere nuestro Estado Nacional.
Es sabido que en el sector rural es donde existe la mayor cantidad de personas trabajando de manera informal. Los peones, sometidos a esta situación se encuentran imposibilitados de hacer cualquier tipo de denuncia. Un trabajador explotado y hasta excluido, está totalmente indefenso, la mayoría de las veces ni siquiera es consciente de esto. No sabe, no puede…y si supiera que debe hacer una denuncia, tampoco la haría por temor a lo que le pudiera suceder a él y a su familia. Se trata de supervivir como sea, aun siendo sometidos a la esclavitud.
El Estado, como garante de los derechos de los ciudadanos, es decir “Estado presente”, debe velar para que estos no sean vulnerados y en esta circunstancia lo está haciendo a partir de las denuncias. Sería imprescindible su accionar a través de entes encargados del control para prevenir. Es decir: acción frente a la denuncia y prevención para que no se repitan hechos que atenten contra los derechos humanos.
Nosotros, como comunidad, no podemos permanecer indiferentes ante tales injusticias, frente a una realidad que durante muchos años ha sido naturalizada. Nuestro desafío es transformarla en beneficio de los que no pueden hacerlo por sí mismos. La solidaridad nos convoca a todos a la acción, a no quedarnos callados.