Andrea Cabrera, tiene 45 años, es oriunda de Las Varillas y hoy vive en Freyre, a los 20 le diagnosticaron con Esclerosis Múltiple. Ha hecho muchos tratamientos para que esta enfermedad no avance y mejorar mi calidad de vida. hace un tiempo que utiliza para movilizarme silla de ruedas y/o andador.
Tras un año 2020 muy difícil para todos, la semana pasada fue a Potrero de Garay para descansar y lo que pretendía ser un momento de tranquilidad y disfrute, terminó siendo un suplicio para ella y su familia por la falta de accesibilidad.
En dialogo con FM Identidad, Andrea dijo “Lo que iban a ser vacaciones después de un año de encierro terminó siendo una frustración, acumulación de bronca al ver que somos una minoría a la que no nos tienen cuenta”. “La accesibilidad en la argentina está muy lejos de ser real”.
La odisea comenzó cuando en el viaje tenía que encontrar en estaciones de servicio un baño para personas con discapacidad. “Encontrar una estación que tenga baños para discapacitados fue casi imposible, solo en Villa del Rosario hay uno”. El primer lugar donde se encontró con una barrera fue Alta Gracia, cuando llegó a una estación muy grande “Me encontré con un inodoro pequeño, sin baranda, quedé encerrada dentro del baño y tuvo que venir mi hijo a sacarme”, comentó indignada la mujer.
Al arribar a los distintos lugares en donde pretendían disfrutar del descanso y esparcimiento Andrea se encontró que tanto en restaurantes como en las cabañas o balnearios no contaban con rampas ni baños para que ella pudiera ingresar sin inconvenientes “Tanto en Potrero de Garay, como en San Clemente o Villa Ciudad América la silla de ruedas no entraba por la puerta de los baños; comés apurado te venís con toda la bronca”.
Finalmente, Cabrera se preguntó “¿Quién habilita estos lugares, por qué no piensan en las personas con discapacidad”.
Reviví la entrevista: