Cuando el resultado final, con un empate “cantado”, encaminaba la definición de esta llave de semifinal hacia los penales, el “Figu” Gonzalez clavó un golazo de tiro libre sobre la hora y desató la algarabía de los parciales tricolores.
Lo terminó ganando Almafuerte pero bien pudo ser una igualdad e incluso también para el equipo visitante. Que contragolpeó con rapidez y eficacia pero se encontró con una tarde inspirada de “Maxi” Rodriguez, golero tricolor, que le ganó cuatro “mano a mano” a los delanteros de Laboulaye.
Almafuerte le ganó 2 a 1 a un equipo simple, corredor, metedor y bien parado en la cancha como este Central Córdoba del sur provincial y definirá desde el domingo, primero en Las Varillas, el título ecuménico 2020 ante Olimpo de Laborde. Pero antes tuvo que “sufrir” por largos minutos del primer parcial y otros tantos del segundo a una escuadra azulgrana que le ganó el mediocampo en esos lapsos y contó con tres delanteros veloces como Castillo, Ortiz y Mercado, este autor de un golazo para la igualdad en el primer tiempo. Igualdad merecida allá por los 33’ luego de la apertura sobre los 21’ de Fonseca a la ratonera, posterior a la “guapeada” de Palmero y al preciso pase de Gonzalez. Una primera etapa que también pudo terminar ganando el equipo de Vietto al perdérselo Galarza y Perret de manera conjunta luego de una hábil jugada de Gonzalez, más otra clarísima de Galarza casi debajo de los tres palos en el epílogo del parcial.
El segundo tiempo fue otra cosa, por lo menos en gran parte del juego. Porque Almafuerte perdió las marcas en el medio, fue muy impreciso en los pases, jugó “a la carga Barracas” con más aceleración que pausas e inteligencia y dejando claros espacios para el peligroso contragolpe visitante. Pero así lo tuvo a su arquero Rodriguez en una tarde soñada y por lejos la figura de la cancha. Tapando, en esta etapa, otros tres “mano a mano” a los 4’, 16’ y 24’, más allá de la palomita de Mercado que no ingreso por centímetros en ese lapso de 25 minutos de desconcierto para el local.
No obstante, con los ingresos de Daghero, Gigena y Moyano el tricolor comenzó a perforar la férrea y segura defensa visitante generando la más clara allá por los 32’ con un cabezazo de Galarza en el travesaño. Y cuando parecía que la igualdad estaba sellada, Gonzalez clavó aquel golazo mencionado con un tiro libre de comba al ángulo sin haciendo estéril la estirada del arquerito Brissio.
Después, el descontrol de un par de jugadores visitantes impactados por la derrota, la bataola de siempre con árbitros y policías incluidos y una inocente expulsión de Moyano como baja sensible para los choques decisivos ante Olimpo. Un Olimpo que le ganó por 1 a 0 a Adea con gol de su artillero Lucero, dejando al blanquinegro con el amargo sabor de no llegar a la definición estando muy cerca de haberlo podido conseguir.