Los deportes grupales tendrán en este flamante 2021 un desafío primordial, de máxima: romper el achatamiento de ritmo, “la modorra”, la pesadumbre, la falta de costumbre del año anterior. En definitiva … romper la nefasta inercia acumulada.
Pero también se deberá aprender de los errores. Aquellos que aún hoy siguen generando secuelas negativas como el daño mental y físico en grupos etarios vulnerables como los niños, adolescentes y hasta los más ancianos. Esos errores provocados por la inexperiencia y el miedo y, seguramente, de ninguna manera producto de la mala intención. Pero errores al fin, que detuvieron el hábitat normal de mucha gente a lo largo y ancho del país y que, como expresamos por largo tiempo el año anterior, terminaron motivando desigualdades y discriminación de todo tipo en función de donde y como se viva, se estudie, se trabaje o se pueda o no realizar una actividad física que fue más necesaria que nunca.
En cuanto a “lo inercial”, la conocida primera Ley de Newton reza: “Todo cuerpo tiende a mantener su estado de reposo o movimiento, a no ser que sea obligado a cambiarlo por fuerzas ejercidas sobre el” … Una adecuada definición para explicar lo que les pasa, hoy por hoy, a muchos deportistas, dirigentes y aficionados y cuales serían a priori las medidas para solucionarlo. Porque es notable confirmar como tanto en Las Varillas y su zona de influencia se han dado casos similares a montones: niños, jóvenes y adultos a los que les ha costado volver al ruedo de la práctica deportiva después de tanto tiempo de hacinamiento y “costumbre por la nueva zona de confort”. Futbolistas, basquetbolistas, gente del voleibol y de varias disciplinas más que aún les cuesta horrores volver a retomar el ritmo y la habitualidad de la actividad pasada. Algo que por ejemplo no ha ocurrido con los aficionados a los deportes habilitados rápidamente como el padel, golf, ciclismo o tenis entre otros, hablando ello de la incidencia del paso del tiempo para romper o no ese nefasto “peso inercial”.
Claro que también ello se verifica en el lento movimiento dirigencial que se observa en algunas instituciones, tema no menor para poder poner la rueda de la actividad 2021 en movimiento más temprano que tarde.
“Romper la inercia”, por estos primeros días del año, será también una cuestión central a resolver si no queremos volver a comprobar una actividad tristemente quieta y estancada, más allá de las decisiones que se puedan tomar a nivel de la Pandemia coyuntural. Todo un tema no menor para lo cual el esfuerzo y la proactividad serán fundamentales, incluso para “empujar” y volver a hacer mover a muchos que aún están como paralizados y sin poder oxigenar una salud seguramente deteriorada por tanto hacinamiento.
“Romper la inercia y aprender de los errores, cuestiones importantes que en materia deportiva y de salud no podrán esperar por mucho tiempo. Para dejar de quejarse por lo que pudo o no pudo ser y cambiar el rumbo de un destino que sería demasiado cruel si se asemejase al triste, doloroso y nefasto año anterior.