Las extraordinarias obras de arquitectura es lo primero que te sorprende de esta lejana ciudad
respecto a nuestro terruño. Grandes edificios y plazas de estilo europeo, el palacio
gubernamental que replica la mismísima Casa Blanca y las impresionantes torres futurísticas
más toda la parafernalia capitalista imaginable, contrastan sin disimulo con otras imágenes.
Entre ellas, los monumentos de los héroes que pelearon para la ex Unión Soviética en la
Segunda Guerra Mundial, en la era comunista y en épocas ancestrales.
Una ciudad que no existía tal cual hace solo 15 años y que bien puede decirse que fue producto
de un capricho del eterno Presidente Nazarbaev, quien trasladó la capital desde Almaty en el sur
a Akmola en el norte, actual Astana. Akmola, era poco más que una aldea y de pronto se vio
envuelta en una tremenda fiebre arquitectónica para concluir en esta faraónica nueva ciudad. La
primera capital construída a nueva en este siglo con claros tintes futuristas y con el respaldo de
miles de millones de petrodólares a disposición.
Sin embargo, el crecimiento demográfico no acompaño a tan exponencial crecimiento edilicio y
por ello por momentos parece una ciudad semivacía. No obstante, al ser la nueva capital del país
las inversiones, los negocios y las oportunidades también fueron de la mano con el desarrollo
estructural y por ello para el 2030 se piensa en contar con el primer millón de habitantes. Y
además, que Astana se vaya convirtiendo en el mayor centro financiero, de negocios y
tecnológico de Asia Central según aquí comentan.
Entre otras tantas y pomposas edificaciones, Astana ya tiene la mayor tienda del mundo con
forma de carpa gigante llamada Centro de Entrenamiento Shatyry Khan.
Como si eso fuera poco, solo cinco años atrás se construyó la impresionante mezquita Hazret
Sultan, una de las más grandes de toda Asia. Al observar el lavado de pies de los fieles, las
oraciones, la lectura del Corán por un Imán y percibir el silencio sepulcral de su interior uno no
puede menos que pensar en el contraste con tanto edificio futurista del exterior.
Sin dudas, Astana representa la perfecta idea futurista en el nuevo orden mundial y, si bien aún
esté en plena construcción, se sabe de algunos proyectos aún más sorprendentes para dentro de un par de décadas