“Encuentro de varillenses” podríamos llamar a la interesante nota que publicó el sitio Interbasquet.
En ella se cuenta la historia de Roy Cáceres y su familia, radicados desde hace 15 meses en los Estados Unidos, y el encuentro que mantuvieron con Enri Bertorello que por estos días está en el pais del norte cubriendo El Juego de las Estrellas de la NBA para, entre otros medios, FM Identidad.
Compartimos el texto e imágenes de la reunión en que Roy y su esposa Gabriela cuentan sobre su nueva vida en el frío norte de Estados Unidos.
Hasta acá llegamos un pequeño y muy tranquilo poblado (al lado de ciudades como Boston, Washington o New York), se llama Concord. Una ciudad ubicada en el estado de New Hampshire (pegado a Massachusett), en el norte de los Estados Unidos. En esta oportunidad no vamos a hablar de básquet, si hablaremos de cordobeses por el mundo…
La vida y esta posibilidad de viajar que nos permite el deporte nos cruzó con otra historia de cordobeses signada por el desarraigo y la expectativa de nuevas oportunidades. Merced de la gestión de Henry Bertorello (nuestro productor en USA) les contare las vivencias de una familia de varillenses la cual tiene vinculaciones de sangre con aquella nota que realizamos en Agosto de 2016 en el Hotel Copacabana Palace de Río de Janeiro.
Rogelio Héctor Cáceres (le dicen Roy es hermano de Gustavo… ver Ultima Postal…) es protagonista junto a su familia (Gabriela y sus cuatro hijos) de la historia que se sale estrictamente del deporte, la chance de llegar a Boston para ver el partido del local ante Cleveland nos trajo a poco más de 100 kilómetros al norte de este ancho país, cruzando al estado de New Hampshire.
Apenas un año y tres meses han transcurrido desde que Roy y su familia dejaron Las Varillas, “Vendimos todo!” dijo Roy, al encarar no solo un proyecto laboral sino uno que incluyó un nuevo proyecto de vida.
En el primer momento se establecieron en Hillsborough un poblado enclavado en una zona de bosques y lagos (muy turístico en verano y en otoño) pero que muy cerquita tiene una montaña con pistas de esquíes, en invierno (y tan cerca de Canadá) es como el relato de Dady Brieva del Diaro intimo de su primo en Canadá, la nieve literalmente te tapa.
En Córdoba Roy fue integrante de un conjunto folclórico (Los Cuatro Rumbos) pero también es chef y era dueño de un restaurante en Las Varillas y así comenzamos a charlar:
¿Porque te fuiste? fue lo primero que se me ocurrió preguntarle…
“Belén fue una señora que conocí en una reunión que realizó Jorge Rojas y ella nos trajo a pasear a Estados Unidos, en la casa de ella venía una hija a comer y me pidió que le hiciera de comer, fueron unas empanadas y unos canelones, allí me dijo, si haces esto acá te llenas de plata…”
“Cuando tenés un grupo folclórico sos un delirante, un soñador, vos crees que te van a aplaudir en el Madison Square Garden y a lo mejor ni tu vecino te conoce. Así comenzó todo, Belén hizo con nosotros algo que no hace nadie y acá estamos” agregó.
¿Si te iba bien con el conjunto folclórico porque lo dejaste?
“En veinte años con los Cuatro Rumbos siempre vi que había luz al final del túnel, los últimos tres años la deje de ver. Cuando Jorge (Rojas) nos invita a cantar en Cosquín, fuimos el primer grupo que tuvo la posibilidad de grabar y al año siguiente cuando Jorge ya estaba consagrado nos invitó de nuevo, me temblaban las piernas cuando subí al escenario de Cosquín lleno, a partir de ahí nos fue bien y cuando vos tenes más responsabilidades tenés que ensayar más, prepararte más pero disfrutamos más del éxito y me pareció que era el camino equivocado”.
Los Cáceres
“Como comerciante en Las Varillas me iba bien y con el conjunto también, pero era hora de hacer un cambio y con mi señora pensamos que era una señal que nos tiraron, que era lo mejor para la familia y acá estamos.” continuó diciendo Roy.
¿Fue aceptado aquí lo que hacías en tu restaurante de Las Varillas?
“Si…la gente de USA es muy abierta en lo gastrónomico, la cocina mexicana abrió un camino, los japoneses abrieron otro y nuestra cocina también tuvo su oportunidad, nuestra propuesta era brindar una nueva experiencia para el paladar… el choripan, la salsa criolla, el chimichurri, el bife de chorizo y las empanadas fueron parte de lo que la gente aceptó gustosa ya que tuvimos entre los tres mejores restaurantes de New Hampshire, según las críticas que recibimos de una revista del estado.”
“Como familia en Hillsborough quisimos establecernos en un lugar un poco más amplio, al principio vivimos en la misma casa de Belén y por eso comenzamos de nuevo aquí en Concord donde podemos recibir a toda la gente que queramos.” dijo en parte de la charla.
“Si yo no creyera en Dios no podría estar acá, la familia estuvo siempre al lado mío (hizo una pausa, un breve silencio) …hay una canción que canta Peteco Carabajal que se llama -La pucha con el hombre- si uno no tiene la felicidad la va a buscar allá, el hombre tropieza tantas veces con la misma piedra… dice en parte esa canción y es un poco lo que me pasó durante todo este tiempo. Cuando aprendí a valorar todo lo que tenía, me di cuenta que mis hijos son mi felicidad, me aferré tanto a mis creencias y la familia que cuando llegue acá pude disfrutar con ellos, acá no estoy sufriendo quiero que (más allá de ser duro, estar lejos), mi familia y yo estamos bien, este es el país de las oportunidades, la plata no está colgando de las ramas de los árboles pero tenes que laburar y eso hacemos.” comentó Roy en el final de su relato.
Dardos, Pool y Metegol las atracciones de la noche de Concord
La tarde caía (muy temprano) compartimos unos minutos de un partido de fútbol (Soccer, como le llaman acá), donde juega Alejo, uno de sus hijos, más tarde pasamos por el colegio para dejar a Male (la hija menor) para un baile. Luego de cenar (los más grandes) salimos al frío de Concord a tomar unos tragos en Fridays y más tarde terminamos en “Penuche´s Ale House” una taberna metida entre unas callecitas tapadas en nieve tomando unas cervezas, jugando a los dardos y disfrutando de un buen momento…aunque todo terminó temprano porque a la una de la madrugada, dejan de vender bebidas alcohólicas y cierran para que al día siguiente aquellos trasnochados vayan a cumplir con sus responsabilidades laborales.
Se nos fue largo el relato, pero valió la pena… no es deporte pero es parte de la vida misma. Roi junto a Gabriela y sus cuatro hijos (Josefina, Jacinto, Malena y Alejo) lejos de su querida Córdoba en cierta forma tiene en su casa y en el corazón una parte de Las Varillas en la lejana y fría Concord.
Sergio Mamondi – Interbasquet
Especial desde los Estados Unidos