Cuando niños, muchos padres y docentes solían enseñarnos a fomentar nuestra capacidad de concentración y agudeza visual a través del “Juego de las Diferencias”, con lo que disminuíamos la distracción y mejorábamos la vista. Dos figuras o ilustraciones aparentemente iguales, pero con muchas diferencias en realidad. Una metáfora de lo que hoy, y siempre, ha sido Buenos Aires en general y el puerto en especial para con el resto del país.
En apariencia, tanto la Capital como cualquier provincia o ciudad del interior coinciden en muchas cosas. Mismo país, idioma, moneda, autoridades y leyes que los rigen, pero no tanto en cuanto al poder y los privilegios, que es lo que realmente los diferencia.
Durante el fin de semana nuestra provincia, y obviamente la ciudad de Las Varillas y su región, pudo al fin tener la autorización para las salidas recreativas en familias. Con protocolos específicos estrictos que, en general, no se cumplieron al pie de la letra al ser incómodos y complicados para poder controlarlos a rajatabla por las autoridades. No obstante, saltear un DNI, transgredir los 500 metros del domicilio, caminar los dos días o incumplir la hora máxima de caminata no pareció, argentinos al fin, importarle mucho a nadie. Quizás, lo más trascendente se dio en los extremos etarios en donde tanto niños como adultos mayores pudieron disfrutar de dos días de caminatas recreativas sumamente necesarias dado las circunstancias conocidas.
Lo doloroso, una vez más, estuvo en la discriminación y egoísmo que genera el puerto en desmedro del interior del país y sus ciudadanos, siempre rehenes del poder y caprichos que emanan desde la Capital Federal. Porque recién se nos permitió por nuestras tierras “estirar las piernas” en familia y despejar “en algo” la mente por el encierro, recién cuando Buenos Aires lo pudo conseguir. Un Buenos Aires que concentra la enorme mayoría de casos de Covid 19 en el país y que tiene poco y nada que ver con la realidad de poblados y poblados del interior donde hay escasa o nula circulación del virus.
Imaginemos por un momento si hubiese sido exactamente al revés, con la Capital Federal, ¿su conurbano y la provincia bonaerense sin casos y el interior infectado … Simple no? Cuarentena estricta para el grueso del país y libre circulación recreativa, deportiva y laboral en tierras del Río de la Plata.
El Juego de las Diferencias, históricas y permanentes en todos los ámbitos imaginables que nunca se pudieron acortar. Diferencias tomadas desde siempre con resignación y que, como en este caso concreto de las salidas recreativas familiares, rozan libre y llanamente el egoísmo y la discriminación.