Es altamente conocido que el Estado Judío de Israel, único en el Mundo, convive con peligros y amenazas de gran parte de la geografía árabe que lo rodea. De hecho, en el ingreso a Jordania en este día domingo, experimentamos la detención de una familia costarricense de nuestro grupo que liberaron casi dos horas después por llevar en sus maletas un candelabro hebreo con la Estrella de David (reportaje en la página).
Un vecino, Israel, con calidad de vida de primer mundo en cuanto a servicios, finanzas y tecnología que se contrapone a no pocos países musulmanes de la región. Pero que vive y convive con un peligro latente de atentados o agresiones que bien pueden llegarles de distintas facciones extremistas que deambulan en varias de sus naciones vecinas.
Por ello y por todo el sufrimiento judío a lo largo de décadas y décadas, Holocausto incluido, se ha naturalizado el contar con miles de jóvenes armados con fusiles y ametralladoras en las calles (foto). Jóvenes armados que llaman la atención del visitante, preparados con un par de años de Servicio Militar en cuanto a las damas y unos ocho meses más en los varones y luego premiados con medio año de viajes y capacitación por lugares del Mundo a su elección.
Los parques, el transporte público y los grandes centros turísticos religiosos y comerciales cuentan también con sistemas de control altamente sofisticados (foto) y sumamente celosos para todos. Ello claro, además de poseer uno de los ejércitos más entrenados del mundo y una de las agencias de antiterrorismo más sofisticadas del planeta como el Mossad.
De allí también ese patriotismo extremo que no se tarda en descubrir en Tel Aviv, Jerusalem y varias ciudades más, sumado a la práctica de su religión con puntos altamente impactantes como el Sabbat (donde “todo se paraliza”) o sus oraciones y manifestaciones de fe en el famoso Muro de Los Lamentos.
En definitiva, un vecino incómodo, distinto y no querido que siente exactamente lo mismo por sus detractores y que consiguió inculcar un “alerta permanente” en sus habitantes. Porque sigue sosteniendo históricas disputas con el pueblo palestino en la inestable Franja de Gaza o tensas relaciones como con Irán y otros lugares de este Medio Oriente siempre conflictivo.
Conflictivo y sin embargo con un innegable atractivo turístico hoy potenciado por el Mundial en Qatar y el siempre demandado circuito religioso de estas “Tierras Santas” donde conviven como pueden musulmanes, cristianos y judíos y entremezclados con visitantes de todo el mundo.