El titular de una óptica local aclaró que los profesionales de esa actividad no van contra quienes venden anteojos sin recetas oftalmológicas sino a favor de la salud de los compradores
Fernando Taborda afirmó que lo que se quiere hacer con el cumplimiento de la ordenanza que prohíbe la venta de esos elementos es valorizar la profesión del óptico como alguien preparado para velar por la salud visual de las personas.
Recordó que la ordenanza sancionada en 1997 fue una de las primeras elaboradas en el ámbito provincial
El óptico dijo que los anteojos pregraduados fueron ideados en países del primer mundo como supletorios de los recetados hasta tanto las personas recibieran los prescriptos
Hay gente que dice que no puede comprar anteojos en una óptica pero no entiende que si compra en lugares no autorizados puede sufrir daños en su vista, señaló