Los hechos sucedieron el lunes pasado y resultaron damnificados el hijo del denunciante, su nuera embarazada y un niño de 6 años
El pastor Daniel Giménez, de la Iglesia De Dios Canaan, denunció el abuso de autoridad y el uso de la violencia en contra de su hijo, la esposa de éste, embarazada de tres meses y medio, y del hijo de ambos de 6 años, al que fueron sometidos por efectivos de la Policía Caminera el lunes pasado.
En contacto con El Diario, el religioso narró que “todo se produjo el lunes más o menos a las 10, en un control vehicular en el acceso (suroeste) a Pozo del Molle”.
“Mi hijo, Gastón Marcelo Giménez, de 31 años, se detuvo en el control, que había sobre la ruta (nacional) 158, enfrente a los asadores, cuando viajaba hacia Villa María junto a su señora, Paulina Silvestre de Giménez, de 32, quien está embarazada, quienes iban con su hijo de 6 años”.
“Uno de los policías le dijo que debía hacerle la multa porque iba con una luz quemada. Entonces se bajó, abrió el capó, pero vio que no podía arreglarlo”, refirió el pastor.
Acto seguido, descendió de la camioneta Chevrolet S10 la nuera del denunciante, “a quien uno de ellos la toca y la empuja” contra el vehículo, hecho que fue advertido por Gastón, quien reclama por lo sucedido ante el uniformado.
“Por este hecho lo acusan a mi hijo de resistencia a la autoridad y le dicen que lo van a llevar detenido”, contó Daniel Giménez, quien reside en El Fortín, aunque concurre a menudo a Pozo del Molle por la actividad religiosa.
“Así fue que lo esposaron y lo llevaron a la comisaría, mientras mi nuera y su hijito quedaron una hora en la ruta, llorando por lo sucedido”, dijo el denunciante, quien poco después llegó al lugar “para calmar a ambos, aunque al principio no me dejaron subir” (a la pick up).
Atribulado por lo ocurrido, pero sobre todo por lo que calificó como un “abuso de autoridad”, el religioso agregó que debieron llevar a la esposa embarazada y al niño al hospital, donde se diagnosticó que “tenía tensión alta”.
Daniel Giménez añadió que, una vez en la comisaría, “no quisieron tomarle la denuncia” y “nos tuvieron en el lugar unas seis horas sin atendernos, mi hijo demorado y la camioneta secuestrada”.
En tanto, otro episodio vino a agravar lo ocurrido: en el interior de la guantera su hijo “llevaba veinte mil pesos en un sobre”, pero el dinero finalmente desapareció cuando secuestraron la camioneta.
Giménez recurrió al abogado Joaquín Ibarra, secretario de la Municipalidad de Pozo del Molle y precisó que “a mi hijo recién lo dejaron en libertad a las 22”, es decir, 12 horas después de haber sido trasladado desde la ruta a la comisaría.
Fue tal el atropello que “llegaron a decirme, cuando estaba en la comisaría ‘qué te haces el pastorcito…’, al tiempo que a mi hijo lo expusieron llevándolo esposado al hospital a la vista de todos”.
Fuente: El Diario de Villa María