Los protagonistas de una sociedad son los que día a día le ponen pasión y esfuerzo a todo lo que hacen. Ramiro Fonceca es uno de ellos, trabaja en el Hospital Diego Montoya desde hace 25 años aproximadamente, en instrumentista quirúrgico y enfermero. En esta entrevista nos cuenta cómo es eso de curar personas.
“La vocación de ayudar me la inculcó mi familia, sobre todo mi mamá. Cuando tuve que elegir una carrera no dude en el área de salud”.
Trabajar y estudiar un desafió donde las horas del día parecen no ser suficientes. “Era un sacrificio trabajar y estudiar durante tres años viajando a Bell Ville y después durante la licenciatura en Villa María”.
Hace 25 años que Ramiro trabaja en el Hospital y como otros enfermeros del lugar reciben al paciente para hacerle los primeros controles y derivarlos al médico. “Tenemos muchas satisfacciones una sonrisa, un gracias, nacimientos, altas cirugías, entre muchas otras. El reconocimiento de la familia o el paciente”, cuenta el trabajador de la salud.
Hay momentos que los pacientes necesitan que los escuchen que tengan empatía y a veces por la vorágine de la rutina diaria no tienen el tiempo necesario para eso. “No es solamente curar, a veces el paciente necesita comprensión”.
“Para trabajar en salud es esencial la vocación, podés tener los mejores promedios, pero si no tenés ganas de ayudar no vas a ser un buen profesional”, reflexiona Ramiro Fonceca.
Más allá de los problemas diarios que tienen como cualquier persona, los que se dedican a la salud saben que en el momento de entrar al trabajo eso queda afuera de la puerta de ingreso al nosocomio; “desde ese momento nuestro objetivo es curar al paciente, suena fácil decirlo, pero hay que hacerlo todos los días”.
El sacrificio de dejar momentos con la familia y amigos para acudir a salvar vidas. “A veces podemos estar esperando tal día para una reunión con amigos, pero si llega el llamado tenemos que estar en el hospital porque nos necesitan”, dijo Fonceca.
También hay momentos en que ese esfuerzo tiene reconocimiento, eso ocurre cuando la gente les demuestra su agradecimiento por la atención recibida. “Hay muchas muestras de cariño sobre todo cuando te dicen te acordás cuando tuve el accidente. Un niño me dijo que la madre le había contado que cuando nació estaba yo y eso es bueno que recuerden con el tiempo”.
Curar, una palabra de concepto muy amplio que abarca algunas de las tantas tareas de los enfermeros o médicos. En sentido Ramiro Fonceca dejó su mensaje para toda la comunidad: “El mensaje es que se cuiden, que cuiden a sus familias y que de este momento difícil que estamos atravesando vamos a salir”.