Después de un sorteo insólito, mamarracho incluido (ver aparte), el zurdo bahiense abre esta serie de repechaje tan lejos de nuestro país. Y lo hace antes, a priori, el jugador de más nivel kazajo como lo es Mikahil Kukushkin a quien vimos entrenar de buena manera horas después en el estadio.
Un Guido Pella sereno con quien pudimos dialogar un largo rato y que en síntesis nos expreso que “Estoy bien adaptado desde hace por lo menos tres días y me daba lo mismo el primer o segundo punto para este viernes. Nunca he jugado con Kukushkin, pero se que en general ha jugado contra rivales de estilo rápido, grandes sacadores y no con mi estilo de juego de mayores efectos y menor potencia que trataré de que lo incomoden además de i condición de zurdo”.
Un punto quizás más trascendente para el anfitrión que, de perderlo, se le estrecharán mucho las posibilidades y se le sumará una gran presión. Ello, entendiendo que el “Peque” Schwartzman y su gran nivel del momento no debería tener inconvenientes después para ganar su partido ante Dmitry Popko (196 del Ranking) a pesar del entusiasmo que le vimos también a este jugador que tiene poco para perder y que fue elegido por su alma copera al ganar sus dos partido en el grupo Mundial II.
El “Peque”, confiado y siempre de buen humor nos mencionaba en un mano a mano que “Pensé que jugaba ante Nedovyesov a quien conocía un poco más pero pienso que Popko es más o menos del mismo estilo y está algo agrandado por lo que se. Es un jugador también agresivo y deberé ganarle para que la presión la tengan ellos salga como salga Guido. Más allá de que vengo teniendo un gran año ahora lo tengo que demostrar en esta instancia crucial de Davis”
PALABRA DE CAPITÁN
Practicamente a solas también con Daniel Orsanic, el capitán que pudo lograr y sostiene aún la Ensaladera de Plata fue muy preciso con sus conceptos: “La preparación y responsabilidad para sostener la categoría no cambia en nada respecto de haber jugado aquella finalísima en Zagreb. Pensamos en dar lo mejor en cada partido sabiendo que representar al país, aún en estas circunstancias en toda una motivación y así veo y compruebo que lo viven los chicos. No veo que estén presionados por lo vital de la instancia y si muy compenetrados con esta causa para quedar, como campeones del mundo, en el grupo más representativo del tenis mundial como desde hace tantos años”
EL ÁGUILA, EL SIMBOLÍSMO Y UN SORTEO QUE NO FUE
Entre atónito y curioso oscilaba nuestra sensación al enterarnos que el sorteo se iba a realizar con una especie de simbolismo para el país. La participación de un águila domesticada que, luego de un pomposo ceremonial, debía optar por tal o cual trozo de carne en una bandeja preparada para tal fin. Trozo que tenía un número y jugador asignado y de esa manera, tan inesperada para un sorteo norma de Copa Davis, saldría el orden de los partidos para este viernes. Pero el bicho, quien, nos aseguran, “entreno devorando su apetitoso almuerzo los días previos”, cedió ante el murmullo de semejante cantidad de público en el teatrillo del Museo Nacional y, flashes mediante, no pudo o no quiso probar bocado alguno.
Entre los nervios a la vista de todo el staff kazajo y las sonrisas argentas por lo bajo y casi sin disimular se derivó a un sorteo “normal” para dictaminar el orden de los partidos, pero dejando una anécdota