El cura párroco de Las Varillas negó que se esté recurriendo a la formación de diáconos por urgencia o escasez de sacerdotes.
Admitió sin embargo que hay pocos aspirantes a la vocación sacerdotal y que los diáconos pueden suplantar o ayudar a animar poblaciónes pequeñas
El padre Daniel Cavallo explicó que la Diócesis de San Francisco comenzó a instrumentar algo que ya se hace en otros lugares del país, para auxiliar a los sacerdotes en temas relativos a la liturgia.
El religioso dijo que el diaconado es un estado en la vida de la iglesia como lo es el de los curas y el de los obispos y que necesita una preparación de varios años para canalizar una vocación
Cavallo reveló que en Las Varillas hay una persona en condiciones de ser ordenado diácono que es Sergio Aredes, y una decena más en Arroyito, Freyre, Luque y otras poblaciones.
El cura reiteró que no hay vocación de sacerdocio en esta región, ya que cuentan con sólo dos seminaristas y hace varios años que no ingresan aspirantes.
Por lo que la actividad del diácono suele convertirse en fundamental—acotó–
El díácono que es una persona casada, debe ser ordenando para animar a las comunidades católicas—dijo Cavallo—y puede cumplir sólo algunas tareas como por ejemplo responsos pero no puede celebrar misa ni recibir confesiones, que sólo pueden hacer los sacerdotes finalizó explicando Monseñor Daniel Cavallo.