Las Varillas, 29 de Septiembre de 2020.
Sr. Locutor
De mi mayor consideración:
Buen día a los oyentes, hago esta carta porque este momento se hace muy difícil de expresarme verbalmente.
Soy el hijo de Zulema Pessi, paciente fallecida el día domingo 27/09 en el Hospital Iturraspe de San Francisco.
Hago esta carta no para juzgar a alguien sino para contar mi historia y que la gente saque sus propias conclusiones.
El día 25 de Agosto mi mamá fue internada en el Sanatorio Policlínico de Las Varillas en terapia por una pancreatitis.
El día 27/08 se hace público el primer caso de Covid en dicha institución, de una enfermera de UTI. Mi madre, para protegerme a mí y mi familia, me pide que no vaya a verla.
Dando una nota el Sr. Intendente Mauro Danielle, junto a personal médico, dijeron que el “COE Regional San Francisco recorrieron el sanatorio y se fueron sorprendidos por cómo habían trabajado. En el caso de quienes están internados y que hayan tenido contacto con la enfermera, serán hisopados”, dicha nota se puede encontrar en casi todos los portales de información de Las Varillas el día 28/08. A mi mamá nunca la hisoparon estando internada. Ese día a mi mamá la pasan a sala común. Recibo un llamado del Sanatorio alrededor de las 20 hs, pidiéndome que vaya a pasar la noche, por falta de personal, asegurándome que todo se encontraba controlado.
El martes 01/09 a mi madre le dan el alta, sin hacerle el hisopado, y con solo un papel para dietas que debía seguir. Llegada a su casa, comienza con diarrea. En una noticia realizada por FM Identidad, y un comunicado oficial del centro de salud, se da a conocer que todos los resultados de los hisopados realizados al personal habían dado negativo. Manteniendo en funcionamiento todo el sanatorio salvo UTI, por personal estrecho, en cuarentena.
El día 02/09 se comunican con mi mamá, pero al no sentirse bien pasó el teléfono a mi señora, a quien la Sra. Directora del Hospital Diego Montoya, Sra. Lupi, le dice que tenían que ir a realizarle un hisopado a Zulema, para que se llegara al Hospital, como mi mamá no se encontraba con fuerzas, todavía recuperándose de la pancreatitis, pedimos que se llegaran a su casa. La ambulancia con el personal llego alrededor de las 22:30 hs, provocando un shock emocional y mucha tristeza y temor en mi mamá, a quien tuve que darle tranquilizantes.
Mientras el intendente dio una conferencia donde informaba la cantidad de positivos hasta el momento y que estaban buscando el árbol epidemiológico.
El jueves 03/09 mi madre estuvo nerviosa todo el día esperando el resultado y con temor de contagiar a sus nietos. El resultado me llegó a las 23:00 hs con un llamado donde me informaron que era Covid Positivo y dándome las instrucciones de lo que debía hacer.
Al día siguiente me dirigí al Hospital a realizarme un hisopado, por contacto estrecho. A todo esto, el único síntoma que mi mamá tenía era diarrea, que puede haber sido, tanto de la pancreatitis como de Covid, en el caso de que lo haya tenido, ya que ese fue su único síntoma de esa enfermedad. Tenía enfermedades preexistentes, asma y principio de Epoc. Por decisión mía, para que no sufriera un shock emocional como el que había pasado cuando la vinieron a hisopar, a mi mamá no se le dijo que su condición era Positivo.
El viernes 04/09 el Sanatorio Policlínico, se cierra, “por prevención” ya que había dos enfermeras y dos pacientes positivos (yo me pregunto que vio el COE cuando controló dicha institución el 28/08).
Al finalizar el día domingo 06/09, (pasados 3 días desde el Positivo) y ya habiendo cesado su diarrea, me doy cuenta que se olvida y se pierde, y ella también lo nota, esperé hasta el día lunes, porque ya era tarde por la noche, para consultar con un médico.
Por la mañana del lunes, voy a verla, y se encuentra en peor estado, comenzamos con mi señora a llamar y enviar mensajes a médicos, que nos dijeron, que podía ser deshidratación, por la diarrea que la había estado afectando hasta el día anterior, me quedo con ella y le doy bebidas hidratantes, pero llegada la tardecita, no mejora, decido llamar a EMMA, un servicio de emergencias, hablo con la doctora Andrea Bikeli, ella preocupada, se llega a verla, me pide que la siga hidratando hasta el día siguiente. Controla sus signos vitales y temperatura, y mi mamá solo estaba perdida, por lo demás se encontraba bien.
El día martes 08/09 (5 días desde el Positivo, no sabemos con exactitud la cantidad de días del contagio), la despierto y ya no me reconocía, no se acordaba de mi señora, ni de sus nietos. Me contacto con EMMA, pero por protocolo, debe ser enviada a San Francisco al Hospital Iturraspe. Debo aclarar que mi madre es internada por deshidratación, no por Covid. En todos los días transcurridos, mi mamá no presentó síntomas de Covid, al hablar mi hermano con un médico de Río Cuarto, le pareció raro, por todas sus patologías, ya que debería de haber presentado síntomas mucho antes. Siendo las 12 del medio día a mi madre la trasladan a San Francisco, algo de lo que me arrepiento, por todo lo que desencadenó después.
09 y 10 de septiembre, ella se encontró estable y con buena salud, recuperándose de la deshidratación. El viernes 11/09 (pasados 4 días de encontrarse allá) les avisan al Hospital
Montoya, que se encuentra lista para ser trasladada, el Hospital le avisa a mi señora, nos quedamos esperando hasta las 16:00 y viendo que no llegaba, nos comunicamos para conocer su paradero, nos dicen que la ambulancia ya había salido a buscarla, a las 18:00 hs volvemos a llamar, nos dijeron que a las 14:00 había salido la ambulancia a buscarla, cuando se hicieron las 19:00 comenzamos a llamar a quienes podíamos para saber su paradero, nos dicen que no habían podido trasladarla porque no estaba autorizada la ambulancia, si queríamos, podíamos traerla, pagando la suma de $ 10.000, pedimos presupuesto al Sr. Cravero, que nos pasó $7.500, pero la ambulancia podía ir recién al día siguiente porque en San Francisco decidieron dejarla en observación, se había alterado al no poder volverse. Esa misma noche, yo quedándome tranquilo que al día siguiente ya la traían, dejo el celular en silencio y me duermo, mi teléfono sonó a la 1:45 y a las 5:30, cuando despierto, preocupado, me comunico,y me dicen que mi mamá estaba bien. Al medio día recibo una llamada de un número privado que me informaba que mi madre había sido intubada, cosa que nos llamó la atención.
Me comunico con el Sr. Cravero, él se comunica con el director del Iturraspe, Sr. Valentín Vicente que le dice que mi mamá se encuentra bien, que solo tenía una mascarilla de oxigeno. Al mediodía tenemos una reunión con mi hermano y el Sr. Cravero en mi casa, donde lo ponemos al tanto de todo lo que nos venía pasando. A la tardecita, mi señora llama y le dicen que tiene el respirador. Comienza nuestro malestar, teníamos dos versiones, y no sabíamos cual creer.
Domingo 13/09 (6 días internada en San Francisco), mientras mi hermano se comunicaba al Hospital, el Sr. Cravero lo hacía con el Director del mismo, y nos volvimos a encontrar con dos versiones, decidimos ir a San Francisco y ver que estaba pasando. Cuando llegamos al Hospital, los médicos no se encontraban, pero pudimos hablar con una enfermera que nos explica cómo estaba mi madre, por desgracia, la versión correcta, era la peor.
El día lunes volvemos a ir con mi hermano, por la mañana, para poder hablar con un médico, se encontraba con respirador y estable, aclaro, nadie pasó un informe de sus enfermedades preexistentes ni se leyó una carpeta enviada con todos los informes de las enfermedades, ellos creían que mi madre se encontraba en etapa final de cáncer, siendo completamente erróneo, ya que ella había tenido una intervención quirúrgica hacía 4 meses y se había retirado todo el cáncer de colon, luego paso por 5 quimios por prevención.
Para el día sábado 19/09 le retiraron el respirador por completo, se encontraba estable y bien, la última foto que pudo ver de sus nietos fue con la ayuda de una enfermera que se las mostró, ya que no pudimos ni verla ni hacer video llamada, se encontraba completamente sola.
El lunes a la madrugada se vuelve a descompensar, pero a mí me avisan al mediodía, viajamos con mi hermano y hablamos con un doctor de piso, ya que por la tarde no se encontraba ningún doctor en área Covid. Me solicitan conseguir sangre para hacerle una transfusión, hablo al banco de sangre, pero ella no era socia, logro conseguir la sangre al hablar al Policlínico de mi localidad.
Miércoles y jueves no pudimos comunicarnos, los médicos se encontraban llenos de trabajo y no podían pasarnos información de su estado de salud.
El viernes se pudo comunicar mi hermano, le dicen que tuvo una leve mejoría, que estaba tratando de despertarse sola, pero no estaba fuera de peligro. Volvió a comunicarse mi hermano, el día sábado 27 a las 20:00 hs, le dijeron que había decaído, de momentos estaba bien y de momentos estaba mal.
Ésta parte ya se me hace difícil de contar.
El domingo a las 17:00 me llaman, no quise contestar, le avise a mi hermano para que se comunicara él, cuando me devuelve la llamada me da la más triste noticia de mi vida, mi mamá se había ido y no nos habíamos podido despedir.
Y con todo el dolor que fue sobrellevar la situación, nos quedaba otra parte difícil.
Los protocolos dicen que en pandemia, el fallecido por la enfermedad debe ser enterrado en tierra o cremado, en mi caso, o la enterrábamos en San Francisco, ya que en mi localidad no hay cementerio parque, o la cremábamos, opté por la segunda, por lo menos iba a poder dejar sus restos y visitarla donde decidiera dejarla.
El día lunes, nos dirigimos a San Francisco para realizar todos los papeles y pagar la cremación, el señor que llevaba el cuerpo al crematorio nos iba a avisar al día martes la hora que podíamos ir a buscar la urna, cuando mi hermano llama, el señor le dijo que no podía entregarle la urna, hasta el jueves, que él lo llamaba, si él no lo llamaba, que mi hermano se comunicara el viernes. Nos pusimos en contacto con el Sr. Cravero y el intendente Danielle, para que nos informaran si lo que estaba haciendo este señor, correspondía o no y luego que nos ayudaran para poder traer los restos de mi mamá, a la media hora nos avisan que vayamos a buscar la urna a San Francisco, cosa que nos puso tranquilos pero a la vez nos sentimos impotentes con una situación como la que acabábamos de vivir.
A mi madre pasamos a dejarla en el cementerio el día martes, familiares y amigos se acercaron a despedirla, no pudimos velarla, no pudimos verla, pero por lo menos sabemos que ahora está en paz.
Quiero agradecer a la gente que estuvo y que hizo las cosas bien, y el que no, lo sabrá.
Los momentos que pasamos este mes, solo los más allegados lo saben, momentos de bronca, y dolor.
“Creo que tienen muchas cosas que mejorar para que a nadie más le toque lo que pasamos nosotros”
Muchas Gracias
Carlos Pessi