Caía la tarde dominguera otoñal y el impacto futbolero se sintió con fuerza en la ciudad. Un fuerte impacto emocional desde Carrilobo y Alicia con Almafuerte y Mitre quedándose con sus respectivas Semifinales del Apertura de la Sur. Para verse las caras en la gran final del domingo en terreno tricolor.
El Celeste, de gran primera etapa, en los dominios de un rival invicto y de fuste como el Union de Ravinale. Un 1 a 1 en los 90’ que bien pudo ser victoria de los varillenses en el mismísimo descuento,ñ cuando el “turquito” Mustafa se devoró pelota y travesaño casi en la misma línea de sentencia.
Un Mitre diezmado por las ausencias de Mapelle, Chiapella y Marino suplidas con esfuerzo e inteligencia estratégica a lo largo y ancho del partido.
Mustafa sobre los 44’ de esa atractiva primera etapa y Mina a los 23 de la segunda fueron los encargados de destrabar un placard que pudo tener algunas conquistas más.
Después, una larga definición por penales que tuvo de todo y agitó tanto a los corazones auriazules como a los celestes. Porque el local lo tuvo “match point” a los varillenses en la serie de 5, pero el arquerito Daniele le contuvo el último penal a Sandrone y le empardo el atajado antes por su colega Cavallero a Albarrasin. Y, en el uno a uno, Lemos lo tiró bien arriba y el “Lachi” Acevedo la acomodó a la derecha del golero auriazul para el 9/8 definitivo y asi desatar la locura, el festejo y la emoción en ese Mundo humilde pero de corazón gigante teñido de celeste.
Un festejo que derivó en caravanas y fuegos artificiales para un barrio Central Argentino convulsionado por este “regalo” de su hijo dilecto.
En tanto y a la distancia, el 0 a 0 del tiempo reglamentario en Carrilobo también se dirimía por penales para otro visitante varillense. Con el Tricolor de Cavallero derrotando al Canario local de Martelotto. Un 4/2 definitivo producto de cuatro conversiones, un disparo atajado por Bessone a Benítez y, en el lado del frente, los remates de Tolosa y Ambroggio del local contenidos por “Maxi” Rodríguez para Almafuerte.
Un fuerte impacto futbolero otoñal, en rodeos ajenos, para comenzar a vivir “al palo” la gran final entre Celestes y Tricolores en un domingo, el próximo, que se presume vestido de fiesta.