El médico asesinado en Pozo del Molle recibió más de 50 puñaladas según lo confirmo la autopsia realizada al cuerpo de Oscar Tavella.
La herida más grave fue la que le perforó el corazón y uno de los pulmones, en la zona izquierda de la caja torácica, aunque también se detectaron numerosas heridas “postmortem”, es decir que fueron realizadas por su hijo cuando el médico ya estaba muerto.
Para cometer el hecho Joaquín Tavella utilizó una navaja con una hoja de 10 centímetros.
La victima presentaba heridas en todo el cuerpo, en el rostro, brazos, manos y principalmente en el torso.